THELEMADRID

THELEMADRID

Ya no existe la carta de ajuste y la teletienda, como el policia, va por dentro. Las pantallas emiten por minuto mas información de la que jamás serás capas de procesar en una vida. En los límites de la realidad y el telediario son ahora el mismo programa (todos los días a la hora de la cena) 20 minutos aglutinando más verdades a medias que personas en este planeta. Un fractal de mentiras a 24 fotogramas por segundo. El gobierno ha comprado todos los espacios publicitarios para informarte de que el gobierno no ha comprado todos los espacios publicitarios.

Mientras tanto Thelemadrid se emite de extraperlo entre anuncio y anuncio. Una anomalía en las ondas disfrazada de pop lofi. Una realidad alternativa escondida entre estrofas y casiotones en los pliegues de una realidad dónde nada es del todo real ni del todo mentira. Canciones, animaciones y amontonamiento de palabras a cargo de glux.

Porque todo son risas hasta que te llega una carta de la Seguridad Social, que se han enterado que has pedido una hipoteca y en vez de la hipoteca te han asignado una fecha para tu eutanasia (el plazo para apelar acaba el lunes y la web funciona fatal).

The test pattern no longer exists, and the home shopping network, like the policeman, works from within. Screens now broadcast every minute more information than you could ever process in a lifetime. The edges of reality and the evening news have become one and the same program (every day at dinnertime): 20 minutes condensing more half-truths than there are people on this planet. A fractal of lies at 24 frames per second. The government has purchased every advertising slot to inform you that the government has not purchased every advertising slot.

Meanwhile, Thelemadrid is broadcast under the radar between commercials. An anomaly in the airwaves disguised as lo-fi pop. An alternative reality hidden between verses and Casio tones, tucked into the folds of a world where nothing is entirely real nor entirely false. Songs, animations, and a pile-up of words by Glux.

Because everything is laughter until you receive a letter from Social Security, informing you they’ve discovered you applied for a mortgage and, instead of the mortgage, they’ve assigned you a date for your euthanasia (the deadline to appeal is Monday, and the website barely works).